lunes, 26 de julio de 2010

El verdadero Super-Héroe


Puede parecer ridículo el texto que voy a escribir y seguramente lo sea pero siempre he tenido ganas de escribirlo, a pesar de ya habérmelo planteado.


Batman, Spiderman, Superman, Iron-Man, y hasta los que no terminan por -man. ¿Quién no conoce a estos super-héroes? Todos sabemos quiénes son, por una cosa o por otra, gracias a cómics, sus orígenes, o a sus distintas ramificaciones: Películas, series de televisión...
Todos sabemos quiénes son, todos hemos fantaseado con ser un super-héroe, olvidar nuestros problemas calzarnos un traje e ir haciendo el idiota por ahí pensando que somos justicieros. Sí, parece que esto lo he sacado de Kick-Ass, lo sé, pero no es ahí a donde quiero llegar.

El caso es que la verdad, que super-héroes como, poniendo el ejemplo más claro por no tener superpoderes, Batman no son increíbles de por sí. Es decir sí, para entretener a los lectores o seguidores de dicho héroe tienen que darle artes marciales, dotes detectivescas, recursos económicos para el material más sofisticado, pero la realidad es que es un símbolo. En la realidad esto sería un disparate pero quizá la función que hacen ciertos super-héroes en sus cómics, películas o series la desempeñen muchas personas en el día a día. Iconos, eso es lo que necesita la gran masa de gente para movilizarse. Lenin o el Che Guevara son claros ejemplos. No intento compararlos con dichos super-héroes de cómics, no en todo pero sí en lo que significarían para la población. Iconos, que dan fuerza a las personas que decidan luchar por lo que creen. Quizá esa persona que haga de icono no haya hecho nada en especial y las personas que parecen estar por debajo de él han hecho incluso más, que sea lo más evidente, pero un símbolo, un icono, una persona que haya sido el primero en revelar sus intenciones hace que otras muchas que hasta entonces permanecían calladas o no hacían mucho ruido terminaran por levantarse y luchar por lo que creyeran.

Cierto es que estos iconos también han sabido aprovecharse de su papel para convertirse en líderes y manipuladores, por no decir la mayoría y quizá sea eso lo que más falla en este supuesto sistema. El que parece ser el ejemplo de los demás, el destacado debería estar, más que nadie, limpio de corrupciones sin dejar de ser humano. Es una idea bastante utópica, lo sé, pero debéis admitir que sería mucho más que los super-héroes de los cómics. No necesitamos batarangs, ni telarañas, ni viajar entre dimensiones, eso hay que dejárselo a la ficción y al entretenimiento, pero por sacar una reflexión de esto, ¿por qué no?

El super-héroe de la ficción no puede existir en la realidad, aunque careciera de superpoderes, todas las virtudes de uno deberían partirse entre muchas personas, y este es otro caso. Si la simbología transmitida por un super-héroe es interpretada en la realidad por, mayoritariamente, filósofos, líderes políticos o líderes revolucionarios, el desempeño del papel de liberar las calles de ''criminales'' y salvar vidas deberían dejarse para aquellos médicos, agentes de la ley, bomberos, equipos de rescate etc. que hacen su trabajo por la necesidad de ayudad a alguien y que de verdad creen en lo que hacen. Hay aún policías que de verdad creen en lo que hacen y creen en una estabilidad, médicos al igual, y estas personas que de verdad creen en su trabajo y además hacen su trabajo porque les gusta ayudar y de verdad salvan vidas, toda esta gente, son los verdaderos héroes. Incluso quien tuviera otro trabajo, que por una desición termina haciendo lo correcto y deja de actuar de forma egoísta y sirve de ejemplo a otros en pequeña escala, ese también es un héroe, y en el fondo, todos podemos serlo por una cosa u otra.

Con lo cual, pregúntante, si alguna vez te has querido convertir en un super-héroe, en luchar contra el crimen, salvar vidas y demás de manera super heroíca en una metrópolis, piensa que de verdad podrías ser un héroe simplemente intentando mejorar las desigualdades sociales, o las ya intercontinentales, por mejorar un mundo que en gran medida sufre por nuestra arrogancia, por intentar ser correcto, al menos en general y ante todo, luchar por lo que crees, y si eso va a beneficiar a muchos, que será lo más seguro, entonces, para mí es usted un héroe, y no necesitó llevar máscara y capa para ello.