viernes, 23 de diciembre de 2011

El temor de un hombre sabio

Debería sentirme un hereje por no haber hecho una crítica o al menos alguna mención de " El nombre del viento" de Patrick Rothfuss en este blog en alguna ocasión, pero voy a intentar redimirme. Dicen que rectificar es de sabios, y de eso va hoy esta entrada, esta increíble entrada para un libro que debería ser encuadrado , enmarcado y para el que no seré para nada objetivo. "El temor de un hombre sabio" la continuación del anterior libro, los dos pertenecientes a las "Crónicas del asesino de reyes", en principio una trilogía que abarca los tres días ( a libro por día) en los que un tabernero cuyo nombre recorre su mundo como fruto de una leyenda, a un escribano. En El nombre del viento empezó la grandísima historia del héroe, músico, ladrón, asesino, mendigo, mago... Kvothe. Si alguna vez habeis sentido esa sensación que os da cuando encontrais a un personaje literario al que considerais real, al que echais de menos casi como a un buen amigo cuando cerrais el libro porque habeis llegado a su fin, si alguna vez habeis tenido esa sensación, me entenderéis perfectamente y sería suficiente para que os pararáis a leer este libro y por supuesto " El nombre del viento".


Sin ánimo de hacer ningún spoiler, pues son libros que deben ser descubiertos por aquel lector que se haya sentido atraído bien por su portada, su hype , el consejo de un amigo o una crítica como esta, y resumiendo grosso modo su trama, en los dos libros se narra , por el propio protagonista, la historia de Kvothe, un personaje fruto de numerosas leyendas y cuentos de taberna. Y es ahí mismo donde empiezan los dos libros, en la taberna "Roca de Guía" donde Kvothe, bajo el nombre falso de Kote, dirige una posada con su aprendiz Bast. Aquí Rothfuss narra todo con una ágil tercera persona, mientras que en las partes en las que Kvothe narra su historia, usa una primera persona increíblemente usada, pues no sentimos en ningún momento que sea Rothfuss el que lo escribe, si no el propio Kvothe dictándoselo al escribano. Esto se acentúa con muchos comentarios propios de Kvothe dirigidos a un público de su mundo y por esta misma razón, Rothfuss nunca nos introduce en el inmenso mundo que ha creado. Nunca nos explica abiertamente las razas existentes si no que se van entreviendo por medio de historias o comentarios del protagonista. Kvothe da por hecho que los oyentes de su verdadera historia viven donde él y por lo tanto conocen las distintas etnias de la Mancomunidad (lugar principal donde ocurre la historia) y aunque algunos podrían ver en esto un defecto yo sólo puedo ver un gran acierto que nos recuerda quien y qué es el verdadero centro de atención en estos libros: Kvothe.

Mención aparte tiene la elaborada magia que Rothfuss nos plantea : La simpatía. Quizá el nombre os haga gracia y de hecho la tiene, pero es mucho más elaborada que el lanzar fuego por las manos de otros universos similares. Eso sí, no faltará la magia más "usual" esta vez con una importancia capital en la "nominación", el conocer el verdadero nombre de las cosas te da poder sobre ellas. Esto, sumado con la importante universidad y los variopintos personajes que veremos, así como la sucesión de actos en los que Kvothe hace uso de estas habilidades ponen de gallina, sobre todo en un momento del Temor de un hombre sabio en el que, cualquiera que lo haya leído sabrá a qué momento me refiero si digo lo espeluznante que puede resultar la simpatía cuando tiene un nombre tan insignificante.

Es importante recalcar un aspecto crucial de, seguramente, la trilogía en su conjunto: La música. Si por algo se caracteriza Kvothe es por su música. No podría explicarme ni en un millón de veces como , personalmente, he podido sentir tanto en canciones que ni siquiera escucho, que tan sólo puedo imaginar. ¿Cómo hacer que, el simple hecho de que se rompa la cuerda de un laúd dé tanta tensión como la incertidumbre de la muerte de un personaje principal en otros libros? Ni idea, pero aun así Patrick Rothfuss consigue hacerlo.

Algunos acusan a los dos libros de tener demasiado "hype" y realmente ofrecer poco, y es que en algo tienen razón, cuando uno abre el libro y se encuentra frente a frente con este panorama sabe, y lo sabe le guste o no, que está ante algo totalmente distinto. ¿Su historia? ¿ Su universo? ¿Sus conflictos? No, pero sí su personaje y sobre todo la narración. Como cuenta Rothfuss la historia sí es totalmente distinto. Pasamos de tener una vista global de un universo fantástico, como han acusado casi todos los libros de este género, a tener un punto de vista muy personal y en primera persona de todo lo que pasa en las ciudades así como en el mundo en general, gracias al seguimiento de Kvothe y de su vida, y por lo tanto de sus hazañas y errores, que serán abundaente en ambos.

El Temor de un Hombre Sabio, es, sin duda lo que los lectores del primer libro esperábamos con ansia: Las primeras grandes acciones de Kvothe. Si bien en la primera parte se nos introducía en la vida del personaje, su contexto y en algunas aventuras menores y quizá no tan increíbles como podríamos esperar, En El Temor de un hombre Sabio se muestra al Kvothe que esperábamos. O quizá, no lo esperáramos así, y eso es lo mejor. Evoluciona, sí, pero de qué manera. Como ya he indicado antes me es imposible ser objetivo con un libro que, tras terminármelo hace tan sólo dos días, hecho de menos como si no lo hubiese leído en meses.

"El temor de un hombre sabio" no es un libro más de fantasía, su "hype" no debería ser condicionante para cogerle aversión pues de hecho, es bien merecido. Rothfuss ha creado , no sólo un universo bastante aceptable y distinto, si no también un personaje de leyenda, Kvothe, al que es imposible no querer, y del que es imposible no sorprenderse. Si no has leído "El nombre del Viento" deberías habértelo leído y aún debes leertelo, y si lo has hecho y aun no te has leído " El temor de un hombre sabio" estás cometiendo un grave error. Esto merece ser leído, de hecho, Kvothe espera que sigamos su historia, y no conviene ver a Kvothe enfadado.

Tampoco hay que olvidar la labor de Gemma Rovira, traductora al idioma de Cervantes de las historias de Kvothe. Una traducción impecable y que refleja con casi perfección el estilo de Rothfuss. Si hay algo malo en este libro o en el anterior, que alguien me lo diga, que seguramente lo habrá, pero yo me declaro y declararé fan de Kvothe y por ello, no sólo aconsejo leerse estos dos libros si no que además os obligo a ello.

Os dejo con algunas frases del primer libro para hacer boca :
"Existe una conexión fundamental entre lo que uno parece y lo que uno es. Todos nos contamos una historia sobre nosotros mismos. Siempre. Continuamente. Esa historia es lo que nos convierte en lo que somos. Nos construimos a nosotros mismos a partir de esa historia"

"Las palabras sonpálidas sombras de nombres olvidados. Los nombres tienen poder, y las palabras también. Las palabras pueden hacer prender el fuego en la mente de los hombres. Las palabras pueden arrancarles lágrimas a los corazones más duros. Existen siete palabras que harán que una persona te ame. Existen diez palabras que minarán la más poderosa voluntad de un hombre. Pero una palabra no es más que la representación de un fuego. Un nombre es el fuego en sí"

“La música existe para cuando nos fallan las palabras.”

"Los ojos emocionados de una joven tienen algo poderosamente cautivador.
Pueden arrancarle todo tipo de tonterías a un joven estúpido, y yo no he sido la excepción de esta regla."

lunes, 10 de octubre de 2011

Y sigo sin entenderlo

Y es que no lo entiendo. De verdad no puedo llegar a entenderlo. A mis 17 años de corta existencia hay ciertos aspectos de la vida que no logro entender y quizá no logre entender jamás. A los 13 un chaval (o una chavala, para evitar que las feminazis me salten al cuello) no se preocupa de otra cosa que de su acné, su aspecto físico, primeras relaciones amorosas y en el caso de los primeros de sus continuas erecciones espontaneas, poluciones nocturnas o aquella primera masturbación. Y esa era nuestra vida, simple, tranquila y con menos preocupaciones que un mono dándole placer a sus posaderas con la única herramienta de sus manos.

Avanzando ya a los 16 años de repente nos comenzamos a preguntar (algunos, otros no se preguntan nada en toda su vida) "¿por qué?" y quizá esta sea la pregunta más importante que podamos hacernos jamás cualquiera de nosotros. El por qué de todo lo que nos rodea. En esta edad nos invade una sensación de protesta, de revolución, un ansia reivinidicativa (aunque en muchas ocasiones no sepamos ni qué queremos reinvidicar) y las ganas de cambiar el mundo, de meternos con el sistema, de intentar despotricar aquello que tenemos cerca con el fin de mejorar nuestras vidas, de dejar claro que el poder reside en el puebo... Bien, ¿dónde quedan esas fuerzas?

Las presiones, la necesidad del trabajo compulsivo para sobrevivir, la importancia capital del capital, nótese la redudancia para darle énfasis, nuestra gran joroba, como diría Nietzsche que nos hace cargar con todo aquello que nos impide caminar rectos, y debajo de todo eso quedaron nuestras fuerzas reivindicativas.

No apoyo las quejas innecesarias, no apoyo ni tan siquiera muchas de las manifestaciones organizadas por sindicatos que han olvidado su significado original para convertirse en pseudo-empresas con la única finalidad de ganar dinero, olvidando su esencia, pero sí apoyo por supuesto la reivindicación de nuestros derechos, de nuestra dignidad, de nuestra soberanía popular como lo más cercano a una democracia a lo que podemos aspirar y sobre todo a que nos dejen de dar POR CULO.

¿No os gusta la expresión, verdad? De hecho es vulgar y malsonante, pero esa es la realidad. No todos los políticos son malos, es cierto. Algunos son malos, otros muy malos, seguidos de los cabrones, los hipócritas sanguijuelas y por último los que portan el VIH en cada palabra que sale por su boca. Por eso necesitamos una concienciación casi utópica para poder decir BASTA. Y como aquellos primeros pasos en nuestra independencia mental en los que algunos se pararon tenemos que preguntarnos el "por qué". ¿Por qué hay una crisis económica?. ¿Por qué los populistas podrían llevar mejor la economía del país que los Socialistas? ¿ Por qué los Socialistas se alejan cada vez más de la izquierda que supuestamente representan? ¿Por qué, señor Zapatero? ¿Por qué, señor Rajoy? ¿Por qué, ignorante con superglú en el sillón? ¿POR QUÉ?

Da igual cuantas veces lo repitamos, da igual cuantas veces se repita y la historia nos enseñe que sin una protesta no hay resultado. Da igual que los del 15M esté compuesto por 5 individuos serios y 500 ignorantes sigue-masas. Da igual, al fin y al cabo el relato se repetirá y nos seguirán bajando las pantalones para seguir dándonos por ano, pues al igual que nosotros esos políticos se quedaron en el camino del aprendizaje y de sus ideales.

Muchos políticos con 16 años quisieron llegar donde están para cambiar el mundo, para hacer de nuestro país un país mejor. Todos perdemos nuestras espectativas por el camino. Todos dejamos atrás nuestras reivindicaciones y algunos hasta nuestros sueños. Todos olvidamos cuáles eran nuestros ideales, gracias al yugo que sujetamos a nuestras espaldas. Todos olvidamos , todos, pero ninguno se digna a mirar atrás dónde quedó aquel chico que quería cambiar el mundo y que lo único que cambió fue sus ideales por otro que no valen una mierda.

Para ustedes, un chaval de 17 años engreído cabreado con el mundo, inútiles.

viernes, 15 de julio de 2011

Hasta siempre Potter.

Tiene gracia que hace unos cuatro meses alegara que volvería y al final todo se quedará en una propaganda falsa de mi propio blog. Imagino que la escasez de lectores y mi baja autoestima respecto a mi forma de escribir sean la principal causa de esto pero lo más seguro es que simplemente sea un vago aunque he de añadir que 2º de bachillerato me ha robado más tiempo del que creía que me robaría. Dicho esto sólo me queda ser algo fiel a mi blog y publicar algo, y esto va dedicado a todo aquel que entre y haya crecido, como yo con este gran y fantástico mago, sí señores y señoras estoy hablando de HARRY POTTER.




Puede que suene típico hablar del mago más popular entre los adolescentes y de hecho lo es pero no puedo evitar dedicarle algo de mi tiempo a esta genial creación de J.K Rowling.

Cuando tendría unos 9 años aproximadamente iba al cine a ver el estreno de Spiderman por eso de que yo era un gran fan de aquel super-héroe de marvel, pero resultó que nos habíamos equivocado de fecha y lo mejor que había ese día era Harry Potter y la piedra filosofal. Para un niño que sólo había leído cómics de mortadelo y filemón, el conocimiento de dichos libros era nulo así que entré en la sala a llantos y sin niguna gana de ver a un nene gafotas en vez de a mi querido hombre araña. Pero ahí estuvo esa película que recordaré con tanto, tantísimo cariño. Da igual sus fallos como adaptación o como película, me enamoró desde el primer momento, incluso su doblaje al español, con esa frase tan simple pero que me sigue poniendo los pelos de punta con tan sólo recordarla: Soy Harry, señor, Harry a secas.

En esta película el pequeño Potter no sabía lo que le tenía preparado el futuro, ni tendría ni idea de todos los sacrificios que tendría que hacer. Pero yo tampoco tuve ni idea del amor que le cogería a una saga como la de Harry Potter. Sobra decir que salí literalmente encantado del cine y gritando el ''wingardium leviosa'' allá por donde iba pero es que además, no sólo me enamoró el film si no que corrí sin dudas a la biblioteca de mi colegio a leer mi primer libro : Harry Potter y la piedra filosofal. Y lo disfruté, vaya si lo disfruté, después de eso conseguí la segunda parte tan rápido como pude pero no fue lo suficiente pues antes vi la segunda película. Y me seguí enamorando más de la saga hasta que por fin, al leer el prisionero de Azkaban, leí primero el libro que la película, mi preferida incluso aun a día de hoy. Harry maduraba, se veían personajes de su pasado y aparecía un Gary Oldman increíble en su papel del padrino de Harry.

Crecí con Daniel Radcliffe, con Emma Watson y con Rupert Grint, ellos crecían y yo también con ellos, leyendo cada libro y esperando con ilusión la siguiente película de mi mago favorito. Nunca he podido ser objetivo con Harry Potter y no creo que lo pueda llegar a ser nunca. Quizá la cuarta película fue la que más me decepcionó por seguir un argumento demasiado rápido para aquel espectador que desconocía la magia de los libros. Pero aun así seguía siendo Harry Potter y no podía dejar de enamorarme. Y así con todas hasta, películas que eliminaron de la faz de la tierra mágica a Peeves, el simpático y travieso polstergeit de Hogwats, o en las más recientes películas, todo aquel pasado de Dumbledore que hizo que millones de fans de todo el mundo reconociéramos en aquel anciano y perfecto mago a un ser humano de carne y hueso con sus ambiciones y miedos.

Aun con todo esto esperaba con ilusión todas las películas de Harry Potter, y con sólo pensar en ellas se me siguen poniendo los pelos de gallina a mis 17 años, y es que hoy termina todo. Hoy es el estreno y si cuando leí el libro lloré porque se había acabado pero aun me quedaba el consuelo de las películas, hoy lloraré porque definitivamente mi infancia acaba. Puede que las películas de Harry Potter no sean las mejores adaptaciones pero son sin duda , mi infancia, las que reflejan (más o menos) lo que en su día leí. Quienes critican dicho fenómeno o lo comparan con Crepúsculo no tienen ni idea la de fans que han crecido con dicha saga, ni de cómo unos jóvenes magos estudiantes pueden llegar a enamorar a todo un público.

No puedo ser objetivo ni quiero, Harry Potter es, y será siempre mi infancia. Harry Potter es, y será siempre , mi mago favorito y el Quidditch el deporte ficticio más divertido del mundo mágico.

Gracias J.K. Rowling por crear una historia y un universo tan increíble como ha sido el de Harry Potter y a ayudarnos a madurar junto con su protagonista pues, y espero que esta última película lo refleje, quienes no se han leído el libro verán como se muestra la cruda realidad de una guerra y de un fanatismo, del gobierno del terror de aquel lord oscuro llamado antes Tom Marvolo Riddle y posteriormente como todos lo conocemos, Lord Voldemort, y el sacrificio de un chico que no eligió su destino y que tuvo que aprender a madurar para ser aquel que todos esperaban.

Gracias a Dan, Rupert y Emma por recrear a este trío literario tan simpático y amistoso.

y Gracias al propio Harry Potter por crecer con nosotros y hacernos creer en algún momento de nuestra vida que la magia existe. No puedo ser objetivo contigo Harry, y sé que millones y millones de fans de todo el mundo están de acuerdo conmigo. Hasta siempre Hogwarts.




lunes, 28 de marzo de 2011

He vuelto... otra vez.

Y por aquí vuelvo porque, si no me echábais de menos, que es lo más seguro, me lo echareis ahora.
Dado que el abandono de mi blog se ha prologando por un periodo de tiempo bastante largo he decidido darle una especie de giro a la temática del mismo, esto no quiere decir que vaya a borrar antiguas entradas, no soy partidario de borrar lo pasado (al menos desde hace bien poco), pero sí que lo que haga a partir de ahora irá dirigido por otro camino quizá menos radical y algo más comprensivo con los distintos puntos de vista. ¿El por qué? Estoy en la adolescencia, o al menos saliendo de ella, esa edad en la que el cambio de opinión y de humor es una constante del día a día y que afecta a todo lo que me rodea y donde de manera recíproca, también lo que me rodea afecta a un servidor de manera bestial. ¿Esto en que se traduce? Un punto de vista mucho menos radical, más relajado y mucho más observador que antes si cabe, para dejarse de radicalismos que terminan siendo pedantes.

En resumidas cuentas, al carajo la izquierda, al carajo la derecha, a tomar por culo me gusta tal estilo de música o cual estilo de vida, que le follen, sin perdón por la palabra, a los anarquistas, a los comunistas, a los derechistas y la madre prostitua del pega-papeles de turno que se paseará por las calles en las cercanas elecciones autonómicas canarias, que le follen a todo eso, no pienso posicionarme, y aunque este alejamiento de los polos parezca una misma posición favorable para mí que me evita el pensar, no, está usted equivocado señor lector,(incluyendo a los dos sexos para que no se me tache de machista por las feminazis de turno que aprovechan cualquier laguna para saltar al cuello) porque precisamente el mantenerme en una posición observadora y neutra resalta mi independencia mental para no dejarme convencer por ningún bando en concreto y crear otro en el que mis ideas puedan o no ser compartidas por mis semejantes.

¿Qué no has entendido lo que quiero decir? Tan mal no me explico y aunque no sea un genio de la escritura no aceptaría una falacia tal como " tu expresión es horrible y por ello no entiendo tu posición", no no, no podría aceptar dicho argumento. Si no has entendido lo que he dicho mueve el puntero del ratón con esa mano que tantas buenas tardes te ha dado a ti y a tu miembro viril o femenino y arrastra el cursor a la equis más cercana que, por lo general, cerrará esta ventana y con ello mi blog, y no vuelvas a entrar. ¿Tengo derecho a colocar mi ego sobre una colina poniendo a mi manera de pensar y escribir de bandera? Ningún derecho pero esto no hace más que resaltar por dónde van los tiros y hacia donde se dirige mi nuevo camino, sí, exacto querido lector agudo : al mismo camino pero con un Yo más maduro. Cosas de la edad.

¿No me logras entender del todo? No pasa nada, no te desesperes, no pienses que soy un niñato cuya capacidad para escribir es nula e ideas son verdes y reprobables, pues aunque puede que estés en lo cierto no esperarás el tiempo que deberías para comprobarlo de verdad. Con esto me despido pues, lector invisible que conoce mi blog por motivos desconocidos, y espero otra visita futura pues me comprometo a volver, y a pisar con fuerza.

Bienvenido pues, a mi mundo, el de siempre pero con matices.