domingo, 21 de febrero de 2010

¿Nuestra identidad?

Hace años dos personas decidieron que yo fuera creado y más tarde que naciera desde el vientre de una de ellas. Nadie me preguntó si quería estar aquí o si no, no pude decidir donde nacer, pero si hubiera nacido en otro lado u en otro vientre ya no sería yo. Nadie me preguntó si quería vivir, nadie me preguntó si quería abandonar, nadie pregunta nunca aunque quisieran abortar. ¿Qué conciencia podría tener un recién nacido para decidir sobre su destino? ¿Cómo saber dónde queremos estar en el momento en el que nacemos? No se puede y por lo tanto somos nuestro lugar de nacimiento, nuestra familia, nuestros amigos, nuestro contexto social, nuestras desiciones, nuestro carácter. Hemos sido involucrados en este plano llamado vida, en el cual todo está en movimiento y muchos individuos son como nosotros, botellas vacías que se van llenando acorde pase el tiempo.

¿Cuándo un individuo decide acabar con su vida? ¿Es una buena elección? ¿Debería decidir alguien por él puesto que podría no estar en condiciones mentales como para decidir sobre su propia vida? ¿Quién juzgaría eso? ¿La religión? ¿La legislación del país en cuestión? ¿O el individuo? Porque nada en esta vida es predestinado, porque todos somos lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, porque nuestras desiciones hacen de nosotros lo que somos en un presente, lo que fuimos en un pasado y lo que seremos en un futuro. Porque esa es nuestra identidad, porque así se distinguen las personas independientemente del físico o del sexo, porque todos somos una sociedad, pero cada uno somos un mundo.

martes, 2 de febrero de 2010

Insignificantes y a la vez importantes.

En eso a lo que llamamos Universo existen unas pequeñas galaxias, en una de ellas hay un pequeño planeta poblado llamado La Tierra. Desde fuera dada la gran cantidad de agua que posee, se le ha llegado a llamar el planeta azul. ¿Bonito eh? Dentro hay unos pequeñitos habitantes: Seres humanos, animales varios, plantas, microorganismos... Cada uno más insignificante que el anterior. En cambio, el ser humano ha vivido su historia, su propia historia. De evolución, de población, construcción, superación, decandencia, engaños, guerras, penurias. Increíble. Aunque pequeños dentro del gran universo, aunque tan insignificantes dentro del verdadero espacio siguen siendo fases importantes de sus pequeñas vidas. El ser humano no es más que una pequeña parte de un gran todo. Aún así se cree lo bastante importante como para decidir por otros y creerse estar solo. Quizá sea cierto... Quizá no, apostando por esto último. Dentro de nuestras vidas lo insignificante para nosotros es importante. Lo que en el universo queda minúsculo a nosotros nos queda enorme.

En cambio, hasta el más insignifcante ser humano incluso visto así por una gran masa de su propia especie, ha conseguido actos tan importantes como para cambiar el curso de la historia, de sus historias. Aún así sigue habiendo una gran historia, universal de la que nadie conocido tiene verdadera certeza. Siempre nos quedará la ciencia, y para otros las explicaciones teológicas.

Lo que está claro es que podemos ser importantes o creernos serlo dentro de nuestro pequeño mundo, nuestro pequeño ecosistema , nuestro pequeño paraíso, pero la realidad es que no somos nada, simplemente una pequeña parte que decidió hace no tanto, estudiar de donde procedíamos y dónde habitábamos realmente. Y la respuesta sólo nos hizo ver lo isignificantes que somos.