sábado, 30 de octubre de 2010

Pensamientos noctámbulos.

Son las 1:21 de la madrugada, nada especial que hacer además de dormir. Tengo el cuerpo entumecido, no soy capaz de articular más de dos palabras sin que se junten entre sí fusionándose y formando alguna palabra inventada y ni tan siquiera puedo llegar a encadenar más de tres pensamientos puesto que mi cabeza corre el riesgo de poder estallar, y vosotros os preguntaréis... entonces, Jonathan ¿ por qué coño escribes esto y nos haces perder el tiempo leyéndolo? Pues por una sencilla razón de la que todo seréis conscientes en este mismo momento: PORQUE ME ABURRO. Sí, sencillamente, me aburro en este mismo momento al igual que me aburro de una manera constante de la monotonía y de lo simple que pueden llegar a ser nuestras vidas a pesar de que creamos que sean de lo más "especiales". La realidad es que carecemos en nuestra gran mayoría, de una importancia real, es decir, da la sensación a veces de que en este mundo ya está todo dicho. Los que siguen el rebaño y nadan siguiendo la corriente, porque son los llamados esclavos sociales o parte del rebaño, y los que no y creen que nadan contracorriente son los que creen llamarse progresistas, alternativos, radicales, libres pensantes pero ahora planteo yo ¿ qué ocurre si prefiero nadar de una manera horizontal de tal forma que atraviese esas dos corrientes desde otra perspectiva? Pues que jodería tanto el sistema como el contra-sistema y eso me resulta como menos, inquietante.

Todo parece haberse dicho ya, todo en este mundo parece haberse ya nombrado y raro sería que llegara una persona y dijera ''¡ Yo, yo tengo una teoría nueva sobre el ser humano!'' puesto que si esto ocurriera lo más seguro es que sus propias conclusiones las hubiera sacado ya de otros personajes anteriores como filósofos, profesores, científicos etc. Parece imposible sacar algo de la nada pero entonces yo me pregunto ¿ quién ( o quiénes) fue ( o fueron) el/la((lo) primero(s)/a (s)que se planteó esto? Son preguntas que aparentemente no tienen una respuesta y que parece que nunca la tendrán, pero quizá si la tuvieron en su momento. Es increíble lo difícil que resulta analizarlo todo sin verse condicionado por nada de lo que pase alrededor o de las ideas que circulen en este mundo. Cuando creemos tener nuestra propia ideología realmente vemos que no es algo a lo que nosotros hayamos llegado solos, que no ha sido una conclusión en la que reparáramos pensando y conectado, simplemente lo hicimos cogiendo opiniones exteriores, condicionadas ya de alguna manera para, con ellas, formar una especie de ''collage'' mental y crear una opinión basada en muchas otras, al igual que esas otras estarían basadas en otras muchas, lo que convierte en nuestros pensamientos en fusiones y mezclas de unas ideas ya a a su vez fusionadas y mezcladas, pero... ¿dónde está el origen? ¿de dónde salen nuestras verdaderas opiniones? ¿en qué se basan?

Quizá parezca que delire y seguramente sea así, como anteriormente he dicho, no es una buena hora, y tampoco soy capaz de encadenar bien mis pensamientos pero admitid algo, os he hecho pensar, aunque sea de una manera mínima, compartáis o no mi opinión, entendáis o no lo que aquí planteo de manera muy superficial, os he hecho pensar, y si acierto, me daré por satisfecho de un texto que no he planeado, que no he pensado y que he escrito tal y como me iba saliendo. ¿tiene errores morfosintácticos? seguramente tenga muchísimos, o unos cuantos, pero en este momento es lo que menos me interesa, ya que, como anteriormente he nombrado, tengo el cuerpo entumecido, no soy capaz de articular más de dos palabras sin que se junten entre sí y tampoco soy capaz de llegar a encadenar más de tres pensamientos puesto que mi cabeza corre el riesgo de poder estallar. Dicho esto me despido de vosotros, mis lectores (dos o tres personas aburridas que os molestáis en ver lo que pongo) y os dejo a vuestro, relativo, libre pensamiento y opinión, pensar sobre mi planteamiento y decirme por qué estaríais de acuerdo o por qué no.

Pero bueno, si no os gusta el texto, os podéis ir al real carajo.

martes, 12 de octubre de 2010

De manera simultánea.

Sentado frente al portátil, meditabundo y con varias ventanas abiertas en el navegador. Desvío la mirada de la pantalla para fijarme en como caen algunas gotas por el cristal de la ventana del salón, y me planteo... ¿qué hay más allá? Mientras yo estoy en mi ordenador, escribiendo esto, seguramente esté naciendo una nueva vida, y quizás se esté perdiendo otra. Mientras escucho el nuevo disco de un cantante lo más seguro es que otros estén aún intentando sobrevivir, como lo más seguro es que también haya algún otro que esté ahora mismo en alguna parte del mundo, pasándoselo bien en un yate y sujetándose los pantalones que caen por el precio del dinero que llena sus bolsillos. Mientras yo ojeo la tele y veo una película sobre el Apartheid, otros sufren lo que en esta película se muestra. En lo que he tardado en escribir esas líneas anteriores seguramente haya muerto algunas personas más y nacido otras tantas. Y es que así es el tiempo, así es todo, creemos que el mundo se para cuando nosotros hacemos algo sin plantearnos que estará pasando simultáneamente en el piso de al lado, o a dos manzanas, o quizás a mil kilómetros.


Aunque hace tiempo que no escribo no significa que mi cerebro haya dejado de funcionar ni que haya dejado de plantearme todo lo que pasa a mi alrededor, porque lo sigo haciendo. Mientras aquí es de día, en otro sitio es de noche. Mientras aquí yo vivo, mientras aquí yo respiro, mientras aquí yo escribo, otros viven en condiciones desesperantes si es que a eso lo podemos calificar como ''vivir'. Mientras tú lees esto porque no tienes nada mejor que hacer, algo grande estará pasando ahí fuera. Mientras yo sólo pienso y escribo otros intentan hacer algo por cambiarlo, y así está el mundo, en constante movimiento sin pararse por nada ni por nadie aunque a veces, cuando nos pase algo a nosotros mismos, pensemos lo contrario. Cuando nos ocurre una desgracia creemos que el tiempo se para y que el mundo es reducido a lo que nosostros estamos viviendo, pero a la vez, se están viviendo otras tantas cosas en otras partes del planeta. Muy poca gente piensa esto ¿para qué? diríais, pues para recordar que no estamos solos, porque si recordáramos todos los días que hay más gente, más vidas, que lo que nosotros vivimos lo vive más gente, a lo mejor dejaríamos de ser tan jodidamente egoístas.

Seguramente, ahora que acabáis de leer esto, hayan atracado alguna tienda.